Cultura de paz, ¿se puede?
¿Es posible hablar de una cultura de paz cuando en nuestro país y en el mundo entero hay tantas diferencias en las opiniones, gustos, creencias e intereses de todas las personas?
Primero, hablemos de lo que entendemos por la palabra paz, ya que la decimos y escuchamos constantemente, pero a veces la interpretamos de formas distintas. En esta ocasión, estaremos utilizándola como el resultado de nuestras relaciones humanas, buscando la armonía y el equilibrio entre nosotros, el medio ambiente y los demás.
Por lo que, una cultura de paz sería en la cual podemos tener convivencia, previniendo los conflictos y resolviendo cualquier problema a través del diálogo, la negociación e incluso la mediación.
Este tema se mantiene siempre vigente, debido a que vivimos en sociedad y en las relaciones, siempre se tendrán problemas, temas relacionados con sentimientos, emociones y criterios diferentes. Cada vez toma más relevancia, debido a que ahora, con toda la tecnología, las redes sociales, plataformas y medios de comunicarse, se han ido creando problemas, incluso entre personas que ni siquiera se conocen y qué tal vez nunca lo harán, pero el tener diferentes opiniones de determinado tópico, hace que lleguen hasta a insultarse y amenazarse, tan sólo por no tener la misma forma de ver las cosas o que sus intereses e ideologías sean opuestas.
Entonces, ¿qué se necesita para poder convivir en paz y armonía, para lograr el diálogo y respeto al otro, a su forma de pensar, a su ideología o creencias?
En un mundo tan diverso, es claro que necesitamos educación, tolerancia y empatía para estar abiertos a escuchar diferentes puntos de vista, opiniones e ideas. Se trata de poder dialogar, de escuchar sin querer cambiar o invalidar la opinión del otro, sin querer imponer la propia o tomar las cosas de forma personal y convertir un diálogo, que puede ser enriquecedor, en una batalla en la que el que logra mantenerse firme y no cede “gana”.
No se trata de ganar, se trata de armonía, respeto, incluso en los casos en los que ya existe un conflicto, buscar la forma de negociar, de tener alternativas que sean buenas para ambas partes, y si esto ya no es posible, buscar métodos alternos para resolución de conflictos como la mediación, en el cual un tercero objetivo y capacitado buscará que las partes puedan llegar a acuerdos de provecho y satisfacción mutua.
Debemos buscar, ir construyendo esa cultura de paz, porque no siempre se da de forma natural, se debe trabajar por ella, disponerse a no buscar confrontación, aceptar que no todos piensan de la misma forma, que han tenido vidas distintas, enseñanzas diferentes, medios y circunstancias que forman el criterio y hacen que cada quien hable según su visión y eso no debe ser una amenaza o una causa de conflicto, sino ser utilizada para ver otros puntos de vista, practicar y fortalecer la inteligencia emocional.
Estamos llamados a dialogar, todas las personas tienen sus razones y argumentos, no importa si estamos de acuerdo o no, de eso se trata, de decidir por la paz y armonía, sólo decidiendo que es lo que queremos, podremos lograr una cultura pacífica.
Autor: Ana Cecilia Amado, Socia Grupo CFE
Coach y mediadora certificada