Cierre fiscal 2025: cinco decisiones clave para la alta dirección

En Guatemala, el cierre fiscal no es solo un trámite contable. Para los gerentes generales y directores, es un momento estratégico: ahí se define cuántos recursos estarán disponibles para invertir en 2026, qué tan expuesta está la empresa a revisiones de la administración tributaria y qué tan confiable es la información con la que tomarán decisiones.

A continuación, compartimos cinco aspectos que la alta dirección debería revisar con su equipo financiero y fiscal antes de cerrar el ejercicio 2025.

1. ¿Reflejan los estados financieros la realidad del negocio?

Más allá de “que cuadren las cuentas”, el primer paso es asegurarse de que los estados financieros muestren con claridad:

• Qué tan rentable fue realmente la operación (no solo en ventas, sino después de impuestos).
• Cuánto capital está inmovilizado en cuentas por cobrar e inventarios, y si esto afecta la liquidez.
• Qué tan endeudada está la empresa y en qué condiciones (tasas, plazos, garantías).

Como gerente general, es clave pedir a su equipo un análisis ejecutivo que explique en lenguaje simple qué cuentan los números: ¿dónde se ganó dinero?, ¿dónde se perdió?, ¿qué líneas de negocio exigen más capital y generan menos retorno?

2. Impuestos: de un enfoque reactivo a uno preventivo

En muchos casos, los impuestos se ven como un costo inevitable que solo se revisa al final del año. Sin embargo, una gestión fiscal estratégica puede:

• Reducir el riesgo de ajustes, multas e intereses en una eventual revisión de la SAT.
• Mejorar el flujo de caja, al planificar mejor los pagos a lo largo del año.
• Evitar decisiones de último minuto que generen incertidumbre o sorpresas para los socios.

Al menos una vez al año, es recomendable que la gerencia general solicite a su equipo fiscal o a sus asesores externos un informe de riesgos tributarios que responda preguntas como:

• ¿Existen contingencias relevantes identificadas?
• ¿Las operaciones con partes relacionadas están debidamente documentadas y con precios de transferencia debidamente evaluados?
• ¿Se están aprovechando correctamente las deducciones que permite la ley, sin exceder los límites establecidos?

No se trata de entrar al detalle técnico, sino de entender el mapa de riesgos y las acciones que los especialistas recomiendan.

3. ¿Es el régimen del Impuesto sobre la Renta más conveniente para la empresa?

El cierre del año es el momento ideal para preguntarse si la empresa continúa en el régimen del Impuesto sobre la Renta que más le conviene, considerando su modelo de negocio, márgenes y estructura de costos.

Algunas empresas se mantienen durante años en un régimen que ya no se ajusta a su realidad, lo que puede resultar en:

• Una carga tributaria innecesariamente alta.
• Complejidad administrativa que no aporta valor.
• Falta de alineación entre la estrategia del negocio y su estructura fiscal.

Diciembre es el mes en que pueden solicitarse ante la Superintendencia de Administración Tributaria los cambios de régimen aplicables al siguiente ejercicio. Por ello, es importante que la alta dirección pida a su equipo —o a sus asesores— un análisis comparativo de opciones, con escenarios claros y recomendaciones concretas.

4. Gobierno corporativo y documentación: proteger la toma de decisiones

Cada vez más, los accionistas y juntas directivas exigen transparencia y trazabilidad en las decisiones que impactan impuestos, estados financieros y dividendos.

Para la gerencia general, esto implica:

• Asegurarse de que las decisiones relevantes (distribución de utilidades, inversiones significativas, operaciones con partes relacionadas) estén respaldadas por actas, contratos y análisis.
• Verificar que los criterios contables y fiscales aplicados sean consistentes año con año, o que los cambios estén debidamente justificados.
• Contar con políticas internas claras en temas como gastos, viáticos, donaciones o beneficios al personal, que reduzcan la discrecionalidad y faciliten el cumplimiento.

Una buena documentación no solo ayuda ante una revisión de la SAT; también protege a los administradores al demostrar que actuaron con diligencia y soporte técnico.

5. Ver el cierre fiscal como una oportunidad, no solo una obligación

Un cierre bien gestionado permite a la alta dirección:

• Entrar al nuevo año con certeza sobre la carga tributaria, evitando sorpresas de último momento.
• Identificar espacios de eficiencia y ahorro, tanto operativos como fiscales.
• Construir una relación más sólida entre la gerencia general, el área financiera y los asesores externos, basada en información clara y oportuna.

En Crowe Guatemala acompañamos a las empresas en este proceso con una visión integral financiera y tributaria, ayudando a que el cierre fiscal se convierta en una oportunidad para ordenar, anticipar riesgos y alinear la estrategia del negocio con un adecuado cumplimiento de sus obligaciones en Guatemala.

Autor:

Crowe Guatemala